28 de septiembre de 2012

algunos somos así

hola,
hoy me he quedado sin fuerzas...me pasa a veces...
antes de ser madre era una buena excusa para esconderme en mi rincón y cuidar mi alma...con humos templaditos y chocolate  mojado en un vaso de leche...
pasaba las noches con pelis, libros, lápices y lágrimas...las fotos las hacía por la ventana...
eran momentos de ojos profundos, lo reconozco...pero por aquel entonces solía decir con acento madrileño "es lo que hay"...

katmadrid


una vez tocado fondo todo cambiaba y me iba a pasear con mis poetas musicales por las calles de Madrid... pateé tanto esa ciudad que cuando llegue aquí me iba caminando de un pueblo a otro para poder sentirme nadie...

caminar no es más que vivir con los ojos...yo soy de las que se para y sorprende...y confieso que murmullo cosas...una piratilla que encuentra tesoros.
después de un apagón emocional necesitaba salir por malasaña, cruzar de madrugada la gran vía, sol y llegar al barrio de las letras con su olivo, mi olivo.
un minirincón de sabiduría con olor a flores...muy cerca de mi Nº5, esa puerta grande de madera, verde maduro, mi casa en madrid.
me echaba a dormir un rato al son del patio interior para luego desayunar por el rastro, tapear por la latina y leer con  otros madripájaros sentada en la plaza...primavera preciosa...

curioso, como algo que te puede llegar a matar primero te inunda de vida...

hoy;  me he quedado sin fuerzas...
no es cansancio lo que siento, es una tristeza profunda...y no son las típicas preocupaciones por  las cosas diarias sino cosas como palabras ignorantes, injusticias, violencia y el ruido...
antes me guardaba un rato para no dar tanto de mí.

ahora que tengo a mis estrellas en brazos doy incluso más.

katmami

si mi alma pierde el equilibrio simplemente me dejo querer por ellos y a seguir caminando...
paseamos juntos por Lácere tan hermoso, de gatos chulitos, higueras salvajes, castaños, nogales y flores  pequeñitas...mis veranos aún siguen aquí...

hasta hace un tiempo me preguntaba si todo esto era locura, depresión o un exceso de romanticismo...
simplemente es un corazón no del todo cerrado...algunos somos así.

dedicado con amor a los amantes del circulo polar:

¡Salta, valiente!
K.

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