A mis pequeños Dioses:
Sois crueles, no tenéis ninguna compasión.
Vuestra creación me ha costado más que cualquier otra cosa en el mundo.
Me habéis destrozado por dentro y ahora me curáis....
yo soy toda vuestra...
mi querida hija, cuando sonríes se para el mundo.
mi querido hijo tu fuerza y sensibilidad son únicas.
Al principio erais unos gusanillos...me acuerdo empezar a poneros delante del espejo para ver cuando os ibais a reconocer...con 2 meses...a partir de ahí empezasteis a aprender....
Sé que me necesitáis y entiendo que yo me haya convertido en un instrumento vuestro...
me gusta escucharos, ya tenéis mucho que decir...
vuestra madre orgullosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario